El Ramón de Antilla será otro balneario distinguido en Holguín

El Ramón de Antilla será otro balneario distinguido en Holguín

30 ago. El polo turístico de Holguín, con sus renombrados balnearios Guardalavaca y Pesquero, ampliará sus ofertas a partir de los nuevos proyectos en la península El Ramón de Antilla, donde existen potencialidades para construir más de 19 000 habitaciones.

Esta franja de tierra rodeada de agua se ubica a la entrada de la bahía de Nipe, al norte de la oriental provincia. La zona presenta las típicas características de la playa cubana: aguas cristalinas y copiosa arena blanca.

En El Ramón de Antilla actualmente se crean las condiciones para iniciar la construcción del primer hotel, destacó Manuel Marrero, ministro del Turismo, en recientes declaraciones a la prensa.

En este sentido, resaltó que lo más importante son las perspectivas que ofrece esta península, con playas totalmente vírgenes, muy próximas a Cayo Saetía y que tienen un gran potencial de desarrollo.

Distante unos 100 kilómetros al noroeste de la capital holguinera, en esta zona ya se trabaja en la infraestructura para la labor de constructores e inversionistas encargados de acometer las obras.

Según Loiza González Collazo, especialista medioambiental en Antilla, esta península es un Paisaje Natural Protegido donde se pueden encontrar diferentes aves exóticas. La especialista enfatizó en la importancia de aunar esfuerzos para la protección de la riqueza biológica del territorio, especialmente en este que la OMT ha declarado como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo.

Por El Ramón de Antilla desembarcaron varias expediciones de apoyo a las tropas mambisas durante las guerras por la independencia en el siglo XIX.  En el año 1959, el Comandante del Ejército Rebelde Camilo Cienfuegos fundó una comunidad rural que hoy cuenta con casi un millar de habitantes, la mayoría de los cuales trabajan como pescadores.

En su geografía, aderezada con leyendas de corsarios y piratas, se destaca la del filibustero inglés William Hastings, asentado en la zona y reconocido como uno de sus primeros pobladores, de quien se especula que su tesoro permanece aún escondido en estos parajes.