15 ago. La primera villa fundada en esta isla, Baracoa, cumple hoy 505 años con un brillo particular de cara al turismo de naturaleza y aventuras. Conocida como la Ciudad Primada de Cuba, en la actualidad se ubica como una gran preferencia para viajeros jóvenes y amantes del medioambiente, las tradiciones y los viajes no convencionales.
Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa (su nombre original) se encuentra a unos mil kilómetros hacia el este de la capital y fue fundada por el Adelantado Diego Velázquez el 15 de agosto de 1511, constituyéndose como primera capital y primer obispado de Cuba. La catedral del poblado guarda la Santa Cruz de la Parra, una de las 29 colocadas por Cristóbal Colón en el Nuevo Mundo, y la única que se conserva.
Perteneciente a la provincia de Guantánamo, la ciudad se asienta junto al mar y destaca por las bellezas naturales que la rodean. La zona acapara un crecimiento turístico del 14% respecto al año anterior, donde sobresalen Francia, Alemania, Holanda y Reino Unido como principales emisores.
En su mayoría, los viajeros que llegan a Baracoa lo hacen a través del viaducto La Farola, una carretera que avanza entre montañas, con 11 puentes colgando al vacío y su punto más interesante marcado en Altos de Cotilla, situado a 600 m sobre el nivel del mar. En la ciudad opera, además, el aeropuerto Gustavo Rizo -para vuelos nacionales- que puede recibir aviones de pequeño y mediano portes. También se accede por la carretera Moa-Baracoa, que une a esta ciudad con la provincia de Holguín.
Dentro de la propia localidad son muy visitados su centro histórico, declarado Monumento Nacional, los fuertes Matachín y La Punta y los torreones de Joa y del Cementerio.
Otros imperdibles son: ascender al Yunque de Baracoa, una montaña aplanada de 575 m de altitud; remontar los ríos Miel, Duaba, Yumurí y Toa en una cayuca (embarcación típica de la zona); bañarse en las playas Maguana, Saratoga o Duaba; conocer la finca productora de cacao existente en ese último sitio y el Zoológico de Piedra de Lomo Boquerón.
También, para conocer cabalmente esta región turística, es imprescindible caminar por áreas del Parque Nacional Alejandro de Humboldt (insertado dentro de la Reserva de la Biosfera de Cuchillas del Toa), y moverse hacia el este, en dirección a la Punta de Maisí, para cruzar el Paso de los Alemanes, admirar el abra del río Yumurí, las bahías de Boma y de Mata, y disfrutar del paisaje desde lo alto de las terrazas del municipio La Máquina.
Las serranías de Baracoa constituyen uno de los emporios de la flora y la fauna en el Caribe Insular, región incluida entre los 34 puntos “calientes” de biodiversidad del planeta, según el Fondo Mundial para la Naturaleza. La zona atesora, en solo el 7% de la superficie de Cuba, la mayor diversidad de paisajes y tipos de vegetación de las islas del Caribe.
Destacan en Baracoa los hoteles La Rusa, El Castillo, Porto Santo y Villa Gaviota Baracoa, sumados a los más de 50 hostales privados que completan la oferta de alojamiento en la región. Un aparte merece la gastronomía local y sus platillos elaborados con a base de coco, chocolate, plátano, piña y miel, entre otros productos de la zona. Recetas como el Cucurucho, los Bacanes, las Frituras de Tetí y el Calalú invitan a saborearlas, una y otra vez.
Hoy, con motivo del aniversario 505 de la villa, se inauguró el hotel 1511, tuvo lugar la tradicional misa en la iglesia municipal y se efectuó una gala cultural titulada “Baracoa, la de siempre”. Además, hubo una serie de recorridos, encuentros, presentaciones de libros y festejos por todo lo alto, con la calidez típica de esta ciudad del Oriente cubano.