26 jun. Durante un encuentro reciente con turoperadores y representantes de aerolíneas colombianas celebrado en Bogotá, Juan Carlos García Granda, ministro de Turismo de Cuba, expuso las líneas maestras de la estrategia para atraer más visitantes a la Mayor de las Antillas, diversificar la oferta y fortalecer la conectividad aérea, con especial atención a mercados emergentes como China, Rusia y Turquía.
En una entrevista concedida a El País, García Granda explicó que uno de los pilares de este plan es ir más allá del turismo tradicional de sol y playa, promocionando el patrimonio cultural, la historia y la autenticidad de Cuba como elementos diferenciadores. Destacó la importancia de crear experiencias únicas para los viajeros, aprovechando la riqueza de ciudades como Santiago de Cuba, cuyo carácter hospitalario y su vibrante cultura pueden resultar especialmente atractivos para los turistas latinoamericanos. Prueba de ello es la nueva ruta aérea entre Barranquilla y Santiago, que comenzará a operar el 3 de julio, coincidiendo con el Festival Caribe. Según el ministro, esta conexión no solo impulsará el intercambio económico, sino que también reforzará los lazos culturales entre Colombia y Cuba, permitiendo a los viajeros descubrir una faceta menos conocida de la isla.
Además de consolidar mercados tradicionales como México, Colombia y Brasil, Cuba está enfocándose en atraer visitantes de países más lejanos. Un ejemplo es el mercado chino, para el cual ya existen dos vuelos semanales directos entre La Habana y Pekín, además de la exención de visado. El ministro subrayó que este flujo turístico no solo beneficia a Cuba, sino a toda la región, ya que muchos viajeros combinan su visita con otros destinos en América Latina.
Para facilitar este tipo de turismo regional, García Granda propuso simplificar los trámites migratorios, incluso explorando la posibilidad de visas compartidas entre varios países, similares al espacio Schengen en Europa. "Tenemos que aprender de lo que ya funciona en otras partes del mundo y adaptarlo a nuestra realidad", afirmó. Esta medida, según explicó, no solo incentivaría a los turistas de larga distancia a visitar múltiples destinos en un mismo viaje, sino que también fomentaría la cooperación entre naciones.
A pesar de los desafíos, el ministro se mostró optimista sobre la recuperación del sector. "No se trata solo de vender playas, sino de ofrecer una experiencia integral que combine cultura, naturaleza y autenticidad", dijo. Con una estrategia que combina apertura a nuevos mercados, alianzas regionales y una oferta turística más diversa, Cuba espera no solo recuperar los niveles prepandémicos, sino también posicionarse como un destino más accesible y atractivo en el escenario global.
(Con información de El País)