8 may. Las Romerías de Mayo concluyen hoy con una gran fiesta de música y baile donde se conjugaron las raíces afrocubanas de la cultura, la base europea y el abrazo a lo universal. Desde el pasado 2 de mayo, la edición 24 del festival generó una fiesta continua que involucró a más de 200 delegados de 26 países.
Algunos vinieron como artistas y otros simplemente como espectadores de los numerosos conciertos, presentaciones danzarias, de teatro, cine, paneles teóricos y otros que transcurrieron en los 15 escenarios habilitados para acoger las propuestas.
El grupo cubano Síntesis puso a bailar en las primeras horas de la mañana a los participantes de las Romerías al ritmo de toques afrocubanos y homenajes a las deidades del panteón yoruba, mientras el trovador Polito Ibáñez impactó con su singular timbre de voz y algunos temas clásicos.
Alimentar la espiritualidad pareció ser un imperativo de cada actividad acontecida a lo largo de una semana en esta provincia oriental de Cuba, localizada a unos 734 kilómetros de la capital.
Además de Ibáñez, los trovadores cubanos Raúl Paz, Eduardo Sosa, Gerardo Alfonso, William Vivanco y David Álvarez, el boliviano Jorge Zurita, y el chileno Ramírez Neira, ofrecieron descargas con poéticas particulares y las inquietudes propias de sus países y generaciones.
La Orquesta Sinfónica de Holguín, bajo la dirección de Enrique Saavedra, se unió en el escenario del Teatro Eddy Suñol a la cantante canadiense Frances D’ Amour, y grupos de teatro de México, Colombia y la nación anfitriona deleitaron a los aficionados de ese género artístico.
Poetas de Argentina, Brasil, Colombia, Bolivia, Costa Rica, España, El Salvador, Honduras, México, Noruega, Perú, Puerto Rico, Togo y Cuba, leyeron sus creaciones en la Casa de Iberoamérica y Ediciones La Luz.
Exposiciones fotográficas y de obras de la plástica invadieron galerías y espacios públicos de la ciudad, mientras la danza llegó tanto por parte de profesionales como de los aficionados pues en Romerías el público baila espontáneamente al provocativo ritmo de tambores o de las orquestas.
Así sucede aún este lunes, después de la ceremonia de clausura del evento, realizada la víspera, porque el propósito de convertir la cita en un festival de culturas y juventudes artísticas se cumple espontáneamente, en ambiente de paz y fiesta.