12 ago. El primer Cable Ski de Cuba quedó inaugurado en la tarde de ayer en Cayo Guillermo, al norte de la región central de la Mayor de las Antillas.
La nueva modalidad recreativa, que conjuga deporte y entretenimiento, se presenta como un producto muy atractivo para todas las edades, tanto para clientes nacionales como foráneos.
Jorge Luis Acosta Paula, Director General de la Empresa Extrahotelera Palmares, que gestionará la instalación, explicó que Cuba se suma así a la lista de los 337 lugares en el mundo donde existen atractivos de este tipo, uno de los más novedosos que se ofertan en el turismo internacional.
Construido según todas las especificaciones medioambientales, el cable ski se desplaza horizontalmente a una altura sobre el agua de hasta 10 metros, mediante cinco torres y siete puntos de enganche. En él pueden esquiar hasta 12 personas al mismo tiempo en un área de más de 7 000 metros cuadrados.
Abelardo Fernández, presidente de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) Cubasol, señaló que existe gran expectativa sobre esta nueva modalidad, ya que se construyó en un área de aguas cristalinas y un entorno muy natural. Además, está enclavada en una zona muy atractiva de Cayo Guillermo: aledaña al delfinario, muy cerca del punto de Boat Adventure y en las proximidades de los cayos Montero y Media Luna, donde se practica buceo y snorkeling, precisó.
Hoy, el grupo Palmares lleva esta nueva oferta a los hoteles y agencias de viajes del territorio, para su inclusión entre las opcionales y los pasadías, como un valor añadido. Sin embargo, los clientes alojados en el Cayo pueden también acceder directamente al disfrute de esta original modalidad náutica, que tiene capacidad para 110 esquiadores diarios.
La obra, cuyo montaje estuvo a cargo de la compañía alemana CON-IMPEX, se extenderá próximamente a los destinos de Varadero, Cienfuegos, y las Playas del Este en La Habana.
Cayo Guillermo, por sus excepcionales condiciones naturales y su agradable clima durante todo el año, constituye un escenario incomparable para el desarrollo de la náutica recreativa, que cobra creciente fuerza en la actividad turística de la nación caribeña. Ese islote forma parte del polo de recreo Jardines del Rey, distante unos 500 kilómetros de La Habana y considerado hoy entre los cuatro más importantes destinos de Cuba.