17 may. Cuba representa una oportunidad enorme pero desafiante para las compañías estadounidenses de cruceros, aerolíneas y hoteles, ya que el número de visitantes norteamericanos a la isla caribeña podría aumentar en hasta siete veces hacia el 2025, según un informe de la firma Boston Consulting Group (BCG).
Hasta dos millones de estadounidenses podrían visitar a la Mayor de las Antillas en 2025, en comparación a los 285 000 que lo hicieron el año pasado, excluyendo a los cubano-estadounidenses, predice el estudio del grupo.
Los viajes de Estados Unidos a Cuba han aumentado en los últimos dos años, desde se inició un proceso para el restablecimiento de relaciones entre ambos países y el gobierno del expresidente Barack Obama atenuó algunas restricciones de viaje a la Isla.
“La realidad es que los viajes desde Estados Unidos a Cuba están en sus etapas iniciales, y todos los participantes todavía están aprendiendo cómo hacer que funcionen”, dice el informe.
BCG no abordó la incertidumbre creada por la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, quien ha amenazado con dar marcha atrás a la normalización de las relaciones con La Habana.
El gobierno cubano tiene como estrategia duplicar la capacidad hotelera para el 2030 a través de asociaciones con empresas extranjeras, señaló el grupo. Hasta el momento, Starwood es la única compañía hotelera estadounidense que opera en la llamada Perla del Caribe, con el establecimiento Four Points de su marca Sheraton, en La Habana.
“Hay una oportunidad para expandir las líneas de cruceros a Cuba”, dijo BCG. Casi dos tercios de los 500 viajeros estadounidenses encuestados considerarían una visita a este país. Varios operadores de cruceros de Estados Unidos, como Norwegian Cruise Line, Royal Caribbean y Carnival han comenzado a ofrecer líneas a Cuba en el último año.
“Ellos tienen que lidiar con diferentes desafíos, como incluir un elemento cultural en sus viajes para cumplir con las reglas del gobierno estadounidense sobre los viajes a Cuba”, señaló BCG.
Respecto a las aerolíneas, estas necesitan hacer frente a la demanda creciente de vuelos a La Habana. Las empresas aéreas podrían realizar campañas para atraer a estadounidenses a otras ciudades cubanas, aconsejó el estudio, y aprovechar la demanda cubana para vuelos hacia Estados Unidos.