26 nov. Autoridades del grupo hotelero Cubanacán buscan potenciar la práctica del buceo contemplativo en la zona costera cubana mediante el diseño de atractivos circuitos que incluyen actividades náuticas.
Miguel Brugueras, Especialista Principal de Comunicación del grupo, informó que para los turistas que prefieren este tipo de recreación existen ofertas que abarcan todo el territorio nacional. "Para la zona occidental, por ejemplo, reviste especial interés el circuito Cayo Levisa (Pinar del Río) -Ciénaga de Zapata (Matanzas) - La Habana", abundó Brugueras.
Este circuito, detalló, tiene la peculiaridad de incluir a la Ciénaga de Zapata que es casi el único lugar del país desde el que se puede hacer buceo contemplativo desde la costa sin necesidad de embarcación. Una vez que se llega a los 200 metros de la orilla, existe la llamada pared de profundidad que alcanza hasta más de 100 metros, donde los buzos pueden contemplar los fondos marinos, explicó Brugueras.
También, en la parte oriental de Cuba, los amantes del buceo pueden disfrutar de un circuito con puntos diversos de la geografía de esa parte del país.
Allí se puede realizar esta práctica en sitios como Santa Lucía en Camagüey, Covarrubias en Las Tunas, Marea del Portillo en Granma y Santiago de Cuba, esta última locación muy atractiva por haber sido escenario de la conocida batalla naval de la guerra cubano- hispano-estadounidense y donde se pueden apreciar más de cinco barcos hundidos en la bahía santiaguera.
A juicio de Brugueras, el excelente estado de los pecios favorece la práctica del buceo contemplativo tanto para los turistas de mayor experiencia como para los que se inician gracias a su cercanía a la costa.
Igualmente, en Santa Lucía (Camagüey), hay un Centro Internacional de Buceo donde tiene lugar una fuerte actividad náutica, con un polígono de kitesurf y con la peculiaridad de que se presencia allí el único show de tiburones que existe en el país, declaró. Asimismo, el lugar ofrece otras variantes de recreación como el seafari a Playa Bonita y el snorkeling en la barrera coralina, la segunda más grande del mundo después de la australiana.
Según Brugueras, la realización de estos circuitos, que puede durar entre siete y diez días, ofrece al visitante apasionado del buceo una experiencia más, de entre las muchas existentes en Cuba para la práctica del turismo de naturaleza.