10 abr. En un entorno en que la atención de numerosos turoperadores apunta a la náutica recreativa cubana, su club insignia cumple 25 años con programas cada vez más variados y un creciente deseo de navegar por estos mares.
El Club Internacional Ernest Hemingway llega el 21 de mayo de 2017 a más de dos décadas de vida, que compagina con su nómina especialmente partidaria de los viajes, la paz, la tolerancia y la comprensión.
El Club, que tiene sede en la Marina Hemingway del oeste capitalino desde 1992, acumula una trayectoria liderada por su comodoro José Miguel Díaz Escrich, encargado de aunar esfuerzos y poner sobre el tapete la tradición marinera de amistad y buena voluntad. Díaz Escrich recientemente dio a conocer que su institución incluye en la actualidad 3053 personas de 73 países, 46% de ellos son estadounidenses.
Este Club se dedica a organizar regatas, exhibiciones, intercambios, competencias y otras tareas que no solo atañen a diplomáticos, empresarios y visitantes, sino a una joven generación de practicantes del velerismo, por ejemplo.
Precisamente, el plan de celebración se extiende por todo este año con más de 18 regatas, sobre todo provenientes del país vecino del norte, y la intención de todos los participantes -lugareños y foráneos- de que se levanten las restricciones que hace más de 50 años son impuestas a Cuba por Estados Unidos.
Cuba recibe ya 4,2 millones de visitantes extranjeros por tierra, pero algunos directivos estiman una potencialidad de hasta 10 millones de turistas, cuando se desarrollen al máximo las opciones de alojamiento y recreo.
El grupo cubano de turismo Gaviota abarca un tercio de la capacidad hotelera de la nación (62 000 habitaciones) y opera 35 modernos catamaranes, cuando por año participan en sus actividades náuticas 225 000 viajeros, mediante 22 embarcaciones de pesca y 10 para buceo.
Mientras, el Grupo Empresarial de Náuticas y Marinas Marlin acapara a más de 400 000 clientes por año, en cinco marinas internacionales, 11 bases náuticas para 39 zonas de buceo, con 23 centros para inmersiones, y visitas a 900 puntos de submarinismo.
Tales datos oficiales y declaraciones de voceros confirman la estrategia de colocar a este archipiélago entre los primeros destinos caribeños para la náutica recreativa.