25 dic. Los cayos, islas e islotes que se encuentran al norte de la región centro-oriental de Cuba fueron bautizados por los colonizadores españoles –entre 1513 y 1514- como Jardines del Rey, en honor al entonces monarca Fernando el Católico. Estos parajes atesoran la belleza de lo virginal y continúan ofreciendo formidables incentivos para nuevos descubrimientos.
Este archipiélago es el más extenso y numeroso de los cuatro que rodean la isla de Cuba. Cayo Coco y Cayo Guillermo –dos de las más sobresalientes de este collar de islas– constituyen excelentes escenarios naturales para los deportes náuticos y la recreación, con playas de finas arenas blancas defendidas por arrecifes coralinos, abundante vegetación boscosa y variada avifauna. Por sus valores, así como el alto grado de conservación que presentan sus ecosistemas marítimos y terrestres, Cayo Coco, Cayo Guillermo y sus islas aledañas, pertenecen a la Reserva de la Biosfera Buenavista.
La cercanía de una barrera coralina de 400 kilómetros, considerada por los expertos entre las de mayor importancia a nivel mundial añade un toque de distinción a la oferta de Jardines del Rey, con las más variadas actividades de buceo para los amantes del submarinismo. En los más afamados sitios web de viajes y turismo, las playas de Cayo Coco siempre son mencionadas como poseedoras de algunos de los más hermosos fondos del mundo.
A sus 22 kilómetros de excelentes playas, Cayo Coco suma el atractivo de poseer el 90% de su territorio cubierto de vegetación, sirviendo de refugio a numerosas especies de la fauna –ninguna dañina al hombre– entre las que se destaca una nutrida colonia de flamencos rosados.
Cayo Guillermo es más íntimo e igualmente acogedor, se destaca por poseer las dunas más altas del Caribe insular. Apenas ocupa 18 kilómetros cuadrados de extensión y posee tres hermosas playas con una longitud de 5 kilómetros, entre las que llama poderosamente la atención Playa Pilar, por su alto valor escénico.
El archipiélago Jardines del Rey fue inmortalizado por el Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway, quien en su obra “Islas en el Golfo” llamó la atención sobre los atractivos de estos cayos.
La pesca, una opción más en Jardines del Rey
Anualmente visitantes de diversas nacionalidades viajan a Cuba, no solo en busca del cálido clima y de los baños de mar, sino también para realizar una aventura náutica, por eso optan por la pesca deportiva.
La modalidad ha cobrado fuerza en los últimos tiempos con la celebración del Torneos Internacionales como el Big Game Trolling, que ha tenido por sede los mares de Cayo Guillermo.
En este islote, dotado de recursos naturales que lo convierten en una rica zona para la pesca de alta mar (cercana al Canal Viejo de las Bahamas) abundan las especies pelágicas, como las agujas de abanico, los casteros, agujas blancas, petos y dorados.
Precisamente el área norte-nordeste entre los cayos Coco y Guillermo forma parte de la llamada Ruta de Hemingway, que rememora las pericias del autor del Viejo y el Mar por la isla e incluye también sitios como el Hotel Ambos Mundos, el Bar-Restaurante Floridita y Las Terrazas de Cojímar en La Habana.