Maestros del Ron Cubano presentan su saber y experiencia en París

Maestros del Ron Cubano presentan su saber y experiencia en París

5 jul. Representantes del Movimiento de Maestros del Ron Cubano presentaron en Francia las tradiciones y conocimientos acumulados que permiten elaborar un producto único, etiquetado como el sabor líquido de lo cubano.

El intercambio tuvo lugar durante la Noche Cubana realizada en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Invitados por Yahima Esquivel, embajadora de Cuba ante este organismo internacional, y Otto Vaillant, representante de la nación caribeña en París,  numerosos diplomáticos, empresarios, periodistas y representantes de de la sociedad local disfrutaron de un viaje a través de aromas y sabores a la esencia de la mayor de las Antillas.

Durante la velada, expertos de la séptima y octava generaciones del movimiento de maestros roneros compartieron detalles sobre la tradición de producir mezclas con un sabor único, avalado por 160 años ininterrumpidos de accionar.

Este conocimiento se transmite de generación a generación de maestros, sin que se trate de un curso o de la estancia en un aula, y sí de un proceso extremadamente largo que transcurre de persona a persona, explicó al interesado auditorio el primer maestro Juan Carlos González.

Junto a González, integran la delegación -encabezada por el presidente de Cuba Ron S.A., Orlando Borrero- los maestros Tranquilino Palencia, César Martí, Asbel Morales y Salomé Alemán, la primera mujer en lograr esa condición.

El saber de los maestros del ron ligero fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2016 y aspira a ingresar próximamente en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, para lo cual Cuba presentó el expediente de candidatura en la Unesco. A propósito de ese expediente, identificado con el rótulo 1724, los especialistas presentaron una mezcla especial identificada con el mismo número, que los participantes en la velada tuvieron la oportunidad de degustar.

Por su parte, Tranquilino Palencia subrayó el carácter natural del ron producido en la mayor de las Antillas y el compromiso con el medioambiente durante los procesos de creación. Igualmente, Asbel Morales aseguró al auditorio que ya se prepara la novena generación de maestros, y César Martí reconoció que su trabajo actual parte del conocimiento de los predecesores.

También la primera maestra ronera de la isla, Salomé Alemán, dedicó un comentario a quienes en el pasado asumieron el reto de mantener y enriquecer la tradición. “Creo que una de las cuestiones más difíciles es lograr entender la responsabilidad que acogemos, la de no sentirnos dueños de un patrimonio, de un bien público de la nación, para transmitirlo”, explicó.

Cuba es dueña de una larga tradición ronera basada en el cultivo de la caña de azúcar, actividad económica que alcanzó su mayor auge en el siglo XIX. Espirituosos como el Ron Santiago de Cuba, Havana Club, Cubay, Perla del Norte, Eminente e Isla del Tesoro se cuentan entre los más solicitados a nivel internacional.