28 jun. El mojito, trago popular de la coctelería cubana, destaca hoy entre los atractivos del IX Festival Internacional Varadero Gourmet 2017, que transcurre hasta el 30 de junio en este balneario.
La famosa bebida surgió en el siglo XVI, cuando el corsario Silvio Suárez preparó un brebaje con aguardiente, azúcar, limón, menta y otras hierbas aromáticas, según los relatos. Inicialmente fue llamada draquecito, pero en la década de 1860 se rebautizó con su actual nombre, tras la sustitución del aguardiente por un ron de mejor calidad.
El trago ganó popularidad en la habanera Bodeguita del Medio. Sus ingredientes fundamentales son el ron, la hierbabuena, la lima, el azúcar, y usualmente se añade limón a la bebida para hacerla más refrescante. También existen variedades que incluyen frutas como la fresa, el melón y la sandía.
La notoriedad de la bebida es tanta, que suele envasarse en botellas con la mezcla ya elaborada, lista para su consumo. Sin embargo, nada sustituye la experiencia de observar su preparación y presentación por los hábiles cantineros cubanos.
El mojito es una receta centenaria y uno de los tragos más apreciados en el mundo, lo cual hace que cubanos y foráneos busquen develar en Varadero los secretos de su excelencia.
Por otra parte, el daiquirí, cóctel distintivo del habanero bar El Floridita, también se hace espacio en esta cita de la gastronomía cubana. Dicha bebida, realizada con ron blanco y zumo de limón o lima, debe su nombre a una playa cerca de Santiago de Cuba y a una mina de hierro que existía en la zona, apuntan especialistas.
El cóctel fue creado por un ingeniero norteamericano de ese yacimiento, Jennings Cox, quien temeroso de servir ron a secas a unos invitados, le añadió jugo de limón y azúcar.
Según los relatos, fue un ingeniero minero de origen italiano quien compartía labores con Cox, Giacomo Pagliuchi -por entonces capitán del Ejército Libertador- quien se encargó de bautizar este cóctel como daiquirí.
Ernest Hemingway, Premio Nobel de Literatura, durante su estancia en La Habana bebía ambos cocteles con frecuencia, y muy conocida es su famosa afirmación: “Mi Mojito en la Bodeguita, mi Daiquirí en el Floridita” que quedó inscripta en una pared del primer restaurante.