30 jul. Cuba dispone de varios cientos de playas naturales -tanto en la isla principal como en los cayos adyacentes- que son un atractivo de gran peso en las ofertas turísticas comercializadas a nivel internacional.
Por ello, la gestión ambiental en general y el cuidado de las playas en particular, se han convertido en prioridad para el Grupo de Turismo Gaviota, activo promotor de la certificación Playas Ambientales. Se trata de reconocer el manejo eco-amigable de los alojamientos asociados a ellas, estimulando iniciativas de conservación como la reforestación de la duna, la ubicación de variada señalética de educación medio ambiental que insta a cuidar las plantas, no extraer arena, conchas, caracoles o corales; el acceso a la playa a través de pasarelas, entre otras.
En su sitio web, Gaviota informa que el reconocimiento de Playa Ambiental define estándares y ayuda a distinguir a este tipo de espacios donde se protegen a la vez el ambiente natural y la integridad cultural. Igualmente,persigue el establecimiento de un proceso de mejora continua como requisito para una gestión integral eficiente de las playas.
El reconocimiento Playa Ambiental se otorga por un comité especializado que integran los Ministerios de Turismo y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el Instituto de Higiene y Epidemiología, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y de Planificación Física, entre otras instituciones. Se consideran múltiples elementos como la ausencia de malos olores, el estado de las conexiones del sistema de tratamiento de residuales líquidos, la ausencia de microvertederos y residuales sólidos dispersos. Además, las acciones fitosanitarias que se realizan contra plagas y enfermedades; y si se favorece el uso de especies nativas en la jardinería del hotel, frente a las exóticas invasoras o potencialmente invasoras; cómo se contribuye al cuidado y conservación de la fauna nativa en zonas costeras; las facilidades a disposición como duchas o lavapiés, los accesos a la playa para personas físicamente discapacitadas y si las insfraestructuras fijas se encuentran sobre pilotes sin que afecten el flujo natural de la arena.
En la larga lista se incluye asimismo que el almacenamiento de las tumbonas y equipos náuticos no afecte la duna; y que para las actividades comerciales, recreativas o deportivas se favorezcan los módulos desmontables. Se considera también como requisito la existencia de un número adecuado de salvavidas de acuerdo a la capacidad de carga física de la playa con los avales de rigor en primeros auxilios, uniformados, fácilmente identificables y con el equipamiento requerido para el desempeño de la actividad; más que exista un Plan de Reducción de Riesgo de Desastres, y un Plan de Acción para el enfrentamiento, adaptación y mitigación al cambio climático, como estipula la implementación de la Tarea Vida.
Hoy, son 7 los hoteles de Gaviota que ostentan esa condición. En el año 2018, la obtuvieron Grand Memories Varadero y Playa Cayo Santa María; en el 2019, Memories Flamenco, Meliá Jardines Del Rey, Playa Pilar e Iberostar Bella Vista; mientras que en 2020, Iberostar Playa Alameda fue el alojamiento reconocido.
Consideradas entre los más importantes recursos de la región, las playas reciben cada vez más atención por los gobiernos del Caribe, que legislan políticas medioambientales específicas y Cuba se integra a esta tendencia con estrategias adaptadas a sus condiciones particulares. En este sentido, obtener la certificación Playa Ambiental constituye un importante hito para los hoteles y el grupo Gaviota mantiene este objetivo entre sus prioridades a corto y mediano plazo.