12 abr. El Aeropuerto Internacional Jardines del Rey -ubicado en Cayo Coco, en la región norte central de Cuba- recibe hoy el mayor tráfico internacional en la Mayor de las Antillas, superado únicamente por el aeródromo José Martí de La Habana. Desde septiembre del pasado año hasta la fecha, se acumulan 75 500 pasajeros y 286 aeronaves recibidas por la instalación.
Precisamente en ese mes de septiembre, tras una pausa impuesta por la situación sanitaria que provocó la COVID-19, el aeropuerto Jardines del Rey reabría sus espacios a las rutas internacionales, recibiendo viajeros provenientes de Canadá. Aunque este mercado emisor interrumpió nuevamente los vuelos debido a la pandemia, los cayos Coco y Guillermo continúan dando la bienvenida a visitantes rusos, con cuatro llegadas semanales.
“Nos satisface haber sido los primeros a través de quienes Cuba abrió las puertas al mundo en la etapa pos-COVID-19, bajo estrictas medidas de seguridad, en correspondencia con los protocolos adoptados”, comentó a Granma Mario Antonio Hernández Rivero, director del aeropuerto Jardines del Rey. El directivo precisó que todo se realiza bajo las normas internacionales y del Ministerio de Salud Pública de Cuba para prevenir la presencia de la enfermedad, que no ha contagiado a ningún trabajador del aeródromo.
Por su parte Iyolexis Correa Lorenzo, delegada del Ministerio de Turismo en la provincia Ciego de Ávila, detalló que cada semana arriban a Jardines del Rey unos 2 000 vacacionistas de Rusia. En el balneario, 18 hoteles de altos estándares y más de 9 000 habitaciones están disponibles al turismo internacional y nacional, este último, sujeto a restricciones temporales a causa de la COVID-19. “El programa inversionista no se detiene y en el presente año debe abrir el primer hotel, con 594 habitaciones, en Cayo Paredón Grande, donde otros dos están en diferentes fases constructivas”, explicó.
Jardines del Rey es uno de los destinos turísticos por excelencia del Caribe, al cual se accede por este moderno aeropuerto internacional o atravesando un pedraplén sobre el mar. Su infraestructura hotelera incluye instalaciones de 4 y 5 estrellas, y ofrece diversas facilidades para la náutica recreativa y el turismo de aventuras.