11 jun. En el balneario cubano de Varadero, el hotel Sol Palmeras recibió recientemente la condición de Vanguardia Nacional que otorga la Central de Trabajadores de Cuba. La instalación, gestionada por Meliá Hotels Cuba y pionera de la inversión extranjera en este sector, ha conseguido este galardón en 12 oportunidades, de ellas 10 consecutivamente.
Según explicaron directivos del hotel, muchos de los clientes son repitentes que acumulan 30, 35 o 40 estancias en este lugar, al cual regresan motivados por el excelente servicio y el hospitalario trato de los trabajadores. Este hotel cuatro estrellas alcanza un promedio mensual de 1 200 clientes en sus 604 habitaciones, y según Arnaldo Díaz Hiedra, secretario general del buró sindical, la magia de este colectivo está en la excelente calidad de los hombres y mujeres que lo componen.
Díaz destacó además los altos estándares de calidad conseguidos en el hotel, gracias a las renovaciones recientemente acometidas para proveer al cliente de nuevas experiencias. “Lo importante aquí ha sido la fidelidad en la relación calidad-precio, que las personas sientan que recibieron en correspondencia con lo pagado”, consideró.
Áreas del buffet y exteriores han sido remozadas para provocar en los clientes la sensación de encontrarse algo nuevo cada vez que retornen a la instalación gestionada bajo un contrato de administración mixto entre Cubanacán y Meliá Cuba.
Canadienses, alemanes, ingleses, argentinos, franceses figuran en la relación de los principales mercados foráneos, visitantes seducidos por la calidad en la prestación de los servicios y el quehacer estrella del personal de un colectivo donde casi el ciento por ciento de los trabajadores manifiesta su deseo de seguir laborando en esta instalación, “y ello es consecuencia de la manera en la que atendemos a nuestra fuerza laboral, también caracterizada por la estabilidad”, afirmó Arnaldo.
En el principal destino de sol y playa de la isla, otros tres hoteles merecieron la condición de Vanguardia Nacional: el Royalton Hicacos, de administración conjunta entre el grupo Cubanacán y la hotelera canadiense Blue Diamond, así como el complejo Villa Cuba-Las Morlas y el Starfish Cuatro Palmas -ambos propiedad de Gran Caribe, el segundo también bajo una marca de Blue Diamond-.