27 ago. En La Habana, un nuevo espacio del Capitolio Nacional -que continúa en fase de remodelación- está abierto al público desde el pasado 23 de agosto. Se trata del Salón de los Escudos, localizado en el ala sur de ese emblemático edificio capitalino.
Totalmente rescatado, relucientes todos sus techos con sus luminarias originales que han sido restauradas en bronce, con sus pisos y zócalos de mármol, con sus hermosas columnas, ha sido devuelto este Salón de los Escudos.
Mariela Mulet Hernández, jefa de la Unidad Presupuestada de Inversiones (UPI) Prado, de la Oficina del Historiador de La Habana (OHC), afirmó que está en proceso de restauración el mobiliario original del salón, el cual se irá incorporando paulatinamente.
El Salón de los Escudos -antiguamente Salón de Protocolo del Senado- es muy similar al Salón Baire, el cual ya se encuentra en exposición con su mobiliario original. Allí, los visitantes pueden apreciar en detalle los emblemas de las seis provincias cubanas que establecía la división político-administrativa de la época.
En cuanto a los trabajos que todavía se desarrollan en el Capitolio, Mulet explicó que ya ha sido concluida toda la restauración del ala norte del edificio y se trabaja intensamente en la planta principal o el segundo nivel, donde están diez de los salones, así como los hemiciclos.
Junto al Salón de los Escudos se planea abrir también parte de la galería del hemiciclo sur del edificio, para en noviembre -según las previsiones- concluir toda la zona civil del segundo nivel, excepto el hemiciclo sur, el cual estará concluido para el aniversario 500 de La Habana.
Desde marzo de este año ya abrieron al público el Gran Salón de los Pasos Perdidos -de 120 metros de largo, con la gran escultura de la República, obra del artista italiano Angelo Zanelli-, y otros salones como Baire, Baraguá, Simón Bolívar y el aula contentiva de la biblioteca José Martí. Allí se pueden apreciar bellas colecciones de cristales, vajillas, cubertería, tanto del Capitolio como del Palacio Presidencial, así como otros objetos de carácter histórico.
De igual forma, se puede admirar un símbolo de gran significación histórica: la Tumba del Mambí Desconocido, rodeada de las banderas de todas las naciones del continente.
Un dato interesante es que es que las personas que accedan al Capitolio, junto al recorrido por estas salas ya abiertas, pueden disfrutar del proceso de restauración que se lleva a cabo. “Podemos contar a los visitantes no solo la historia que tiene el Capitolio, sino todo este proceso llevado a cabo para rescatarlo”, señaló Mulet Hernández.
Desde finales de 2012, el Capitolio Nacional es objeto de la restauración de mayor envergadura desde que fue inaugurado en 1929. Los trabajos se realizan bajo la supervisión de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.