Brisas Guardalavaca garantiza seguridad y confort en sus instalaciones

Brisas Guardalavaca garantiza seguridad y confort en sus instalaciones

7 nov. En el oriente de Cuba, el hotel Brisas Guardalavaca celebró recientemente su aniversario 26, manteniendo estrictos protocolos de bioseguridad que lo reafirman como un destino seguro para el turismo en la Mayor de las Antillas.

Situado en la playa de igual nombre al norte de la provincia de Holguín, el resort es gestionado por el grupo Cubanacán, con categoría cuatro estrellas y servicio Todo Incluido. Dispone de 437 habitaciones y se distingue por el trato de excelencia que ofrece, avalado por las numerosas opiniones que dejan sus clientes en sitios web especializados como TripAdvisor.

Según explicó Mayra Rodríguez Batista, directora de Brisas Guardalavaca, para hacer efectiva la reapertura a la actual temporada turística de invierno el hotel fue sometido a estrictas comprobaciones por expertos de los ministerios de Turismo y Salud Pública. Luego de cumplir con los protocolos de bioseguridad, la instalación recibió la certificación Turismo Más Higiénico y Seguro, otorgada por ambas autoridades.

Entre las medidas preventivas ante la COVID-19 se incluye la información oportuna de todos los clientes a su llegada, sobre los procedimientos a seguir durante la estancia. También se realiza un minucioso proceso de desinfección de manos, calzado y equipaje antes de pasar al área de recepción que incluye también la toma la temperatura de cada nuevo huésped.

Noel Fernández Cueria, director comercial del Brisas Guardalavaca mostró la implementación de otras acciones como el uso de pantallas acrílicas en la recepción para separar huéspedes de trabajadores (quienes permanecen protegidos con el nasobuco). Esta opción se aplica también en otros sitios donde existe contacto con los clientes como restaurantes, oficinas de relaciones públicas, salas de juego y en general los espacios cerrados.

También mostró como en el caso de los bares, los dependientes atienden directamente a las mesas, para evitar el acceso de los clientes a los mostradores o barras. Mencionó igualmente el servicio asistido de buffet, donde el turista puede consumir lo que desee, pero sin acceso a los utensilios que solamente son manipulados por los trabajadores del restaurante.

En el horario del mediodía las piscinas son sometidas a una desinfección minuciosa. Se incluyen las tumbonas en sus alrededores y también las distribuidas sobre la arena de la playa, las embarcaciones y demás medios de recreación, explicó el especialista. “Cada habitación -dijo- pasa por la más profunda desinfección a la salida del cliente y no se le da uso en las siguientes 24 horas, porque ese es el tiempo que se emplea para limpiar los mandos del televisor y del equipo de aire acondicionado, el teléfono, las llaves del agua y demás superficies que haya podido tocar la persona que estuvo allí anteriormente”.

Brisas Guardalavaca dispone de una villa para el aislamiento de los clientes sospechosos de padecer la enfermedad, quienes no abandonarán la instalación hasta conocer los resultados del PCR que se les realizará por personal sanitario, puntualizó.

Mark Mazachowsky, uno de los viajeros canadienses alojados en la instalación reiteró sentirse muy seguro en el hotel Brisas Guardalavaca, debido a las condiciones creadas a y la seriedad con que son cumplidos los procederes sanitarios ante el nuevo coronavirus. “Todo es diferente aquí y se nota desde que llegamos al aeropuerto, donde me di cuenta de que debí haber decidido antes volver a este destino turístico”, aseguró el turista, quien ha visitado Cuba en 40 ocasiones.

Holguín ocupa un lugar importante en el turismo cubano con sus renombrados balnearios Guardalavaca y Pesquero, que se extenderá a partir de los nuevos proyectos en marcha en la península de Ramón de Antilla, donde se concluye la ejecución del primer hotel y existen potencialidades para construir más de 19 mil habitaciones.

Las playas de Holguín, situadas en la costa noreste, son uno de los principales atractivos gracias a sus aguas límpidas, cálidas y transparentes, de fina arena blanca. Esta región se ubica a escasos kilómetros del sitio por donde Cristóbal Colón desembarcó en la Isla de Cuba el 28 de octubre de 1492, y están rodeadas por una singular topografía ondulada y abundante vegetación costera, que las convierten en uno de los escenarios naturales más hermosos de la nación caribeña.