12 sep. Al sur de la provincia cubana de Ciego de Ávila, el Área Protegida Refugio de Fauna Cayos de Ana María -ubicado en el golfo de igual nombre- constituye una región con alto valor medioambiental donde se cobijan numerosas especies de la flora y fauna marina.
El sitio es considerado como un puente que interconecta la tierra firme con el archipiélago Jardines de la Reina, y en él predominan los relieves llanos muy bajos y las zonas pantanosas siempre inundadas, que ocupan más del 80% de la totalidad de los islotes.
Estos cayos deben su categoría de Refugio de Fauna a la presencia de la subespecie endémica local jutía conguina (Mesocrapromys pilorides angelcabrerai), en peligro de extinción. Hoy su población no supera los 400 individuos, por lo que para protegerlo se realizan acciones de conservación, tales como actividades de educación ambiental en comunidades aledañas, conversatorios en escuelas, concursos y talleres. Otras especies y ecosistemas de relevancia para la preservación en el área son el manatí, el cocodrilo americano, las tortugas, los manglares y plantas marinas.
Se destacan los invertebrados marinos que forman parte de algunas de las categorías de amenazas: el cangrejo moro, considerado en peligro; el camarón rosado y blanco; y la jaiba azul. Con una superficie de 19 100 hectáreas, de ellas unas 980 terrestres, Cayos de Ana María es casa también de algunos vertebrados endémicos, entre los que destacan la iguana, el zunzún y el bobito chico, que le dan al sitio un distintivo especial.
Las formaciones de manglares que lo rodean son el recurso primario fundamental para la estabilidad de los entornos costeros, pues la mayoría de la fauna acuática se encuentra durante uno o más períodos de sus ciclos vitales en los canales y lagunas salobres.
A los Cayos de Ana María solo se puede llegar por vía marítima, sin embargo guardan gran relación con el poblado de Júcaro, la terminal marítima ubicada al este de Palo Alto y del pedraplén sur, en el municipio de Venezuela. Si bien la región no sobresale como destino turístico de relevancia en Cuba, su posición geográfica la convierte en corredor biológico potencial, de ahí la urgente preocupación por cuidar y difundir a los visitantes sus valores, para que siga siendo un lugar privilegiado por la naturaleza.