4 jun. Con valores coloniales de más de cinco siglos, un Valle de los Ingenios que no existe en otra parte del mundo y centro urbano Patrimonio Cultural de la Humanidad, Trinidad de Cuba se adentra en el siglo XXI con una imagen detenida en el tiempo, que poco a poco se ha ido integrando a lo contemporáneo. En la península de Ancón, a unos 12 kilómetros de la villa, se construyen dos nuevos hoteles que incrementarán los atractivos turísticos de este destino cubano.
Los futuros Meliá Trinidad Playa e Iberostar Ancón forman parte de un gran proyecto que sumará miles de habitaciones en la zona. Según explicó Reiner Rendón Fernández, delegado del Ministerio del Turismo en Sancti Spíritus, ya está en desarrollo la fase estructural del primer hotel, mientras que el segundo comenzará su construcción en los próximos meses.
Muy cerca del mar comienza a entreverse la estructura montada sobre la extensa área donde crece el Meliá Trinidad Playa, que funcionará con categoría de cuatro estrellas plus y se construye a través de la asociación económica internacional integrada por la Empresa de Construcción y Montaje de Sancti Spíritus y Construcciones Dinvai S.A. El arquitecto Yeiner Martín Dubernal, vicedirector general de esa organización, explicó que esta es novedosa forma de colaboración, donde la parte foránea aporta las maquinarias, equipos, tecnología y asesoramiento, y Cuba el capital de trabajo y financiero para la compra de suministros nacionales.
Cerca, a unos pocos kilómetros, en el mismo centro de la zona más populosa de la playa Ancón, se dan los toques finales al movimiento de tierra del Iberostar Ancón, que tendrá categoría de cinco estrellas y pertenecerá a la empresa mixta Trinidad Hoteles.
““Ambas instalaciones tienen al día su cronograma de ejecución” declaró Rendón, quien destacó además que los dos hoteles estarán emplazados en las excelentes playas de la península, donde también se ubican el Trinidad del Mar, el Costasur y el Ancón, este último en proceso de ampliación.
Tanto las autoridades turísticas como los propios habitantes de Trinidad apoyan el futuro de este destino en el centro sur de Cuba, en aras de potenciar en la provincia una industria recreativa que aspira en casi una década sobrepasar las 10 mil habitaciones.