14 feb. La compañía Havana Club Internacional S.A. (HCI) tiene lista ya la cuarta entrega de su lujosa gama ultra-prestige: Tributo 2019, obra de tres generaciones de Maestros del Ron Cubano que rinde homenaje al arte y a la ciencia de estas mezclas.
El XXI Festival del Habano, a realizarse del 18 al 22 de febrero en el Palacio de Convenciones de la capital cubana, devendrá el escenario para presentar esta nueva edición limitada: sólo 2 500 botellas disponibles para Cuba y el mundo, subrayó en conferencia de prensa Christian Barré, director general de HCI.
En palabras de Barré, este producto se distingue por representar la evolución de la artesanía del ron cubano de generación en generación, al tiempo que refuerza la imagen de calidad de la marca Havana Club, líder mundial en rones de categoría Súper Premium y superior.
Pero lo que más distingue a Tributo 2019 es que en que en él se reúne la experiencia de tres generaciones de maestros roneros de la isla: José Pablo Navarro, Asbel Morales y Salomé Alemán, primera y única mujer del selecto grupo de expertos.
Cada uno de ellos seleccionó una base de ron rara y extra envejecida, que representa su propio estilo y que ya existía en la década de sus respectivos nombramientos (1970, 1990, 2010 respectivamente), acorde con la información divulgada. Esas bases, incluyendo una que fue madurada en exclusivas barricas de coñac, se combinaron y finalmente se volvieron a mezclar con un ron que ha reposado durante más de 25 años en barricas de roble francés.
El rico y dorado líquido ofrece un aroma y un sabor equilibrados, con notas dulces de frutas secas, roble altamente evolucionado y sabores sutiles de vainillina y frutas secas, especialmente almendra tostada.
Precisamente, el toque femenino resulta otra novedad. “Por primera vez en la historia aparece una mujer”, resaltó Morales, al referirse al proceso de elaboración de estas bebidas de alta gama. “Porque no hay obra perfecta sin que estén las manos de una mujer”, dijo parafraseando al Héroe Nacional de Cuba, José Martí.
Argumentó que Tributo 2019 reafirma, además, la autenticidad y vigencia de la tradición ronera de Cuba, forjada desde hace más de 150 años. Los saberes de los maestros roneros, así como los espacios fabriles en los que ocurre el proceso de transmisión de dichos conocimientos, fueron declarados Patrimonio Cultural de la Nación Cubana en el año 2016.