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6 jul. Con el propósito de ampliar las opciones que se ofrecen al turismo internacional y resaltar los valores históricos de la zona, además de los naturales, especialistas del Parque Nacional Guanahacabibes alistan novedosos senderos relacionados con la época en que este lugar sirvió de refugio a piratas y corsarios del mar Caribe.
Según el Máster en Ciencias Lázaro Márquez, su director, la toponimia de la región está asociada a ese pasado, en el que proliferaron el corso y la piratería. Es el caso por ejemplo de las playas El Francés y El Holandés, el Farallón de los Ingleses o las tumbas de Noroña, entre otros.
De ese singular pasado, en Guanahacabibes se conservan restos arqueológicos y una infinidad de leyendas que la tradición oral ha sabido mantener viva hasta hoy, y que sin dudas pudieran constituir un importante atractivo turístico. En tal sentido, el director del Parque explica que ya existe un sendero aprobado, en la zona de María la Gorda, relacionado con la leyenda del tesoro de Cabo Corrientes.
Además se prepara un segundo recorrido que se denominará La Ruta del Pirata, y abarcará alrededor de tres kilómetros entre el Farallón de los Ingleses, la playa Antonio y la Caleta del Resguardo, sitios asociados con la presencia de aquellos temibles ladrones de mar.
A lo largo del sendero, los visitantes tendrán la posibilidad de aprender sobre la historia de la piratería en el lugar exacto existían los asentamientos. Esto permitirá diversificar las opciones para los visitantes, las cuales hasta ahora habían estado dirigidas fundamentalmente a mostrar los valores naturales del territorio.
La península de Guanahacabibes, constituye uno de los espacios protegidos más importantes de las Antillas y del Caribe insular, por la elevada biodiversidad que atesora. Parte de su territorio fue declarado Reserva de Biosfera por la UNESCO en el año 1987.