Bacunayagua, el puente maravilla

Bacunayagua, el puente maravilla

29 mar. Los viajeros que diariamente transitan entre el Occidente de Cuba y el balneario de Varadero, se extasían al llegar a la que es considerada una de las Siete Maravillas de la Ingeniería Civil en la isla: el Puente de Bacunayagua, un tramo de carretera emplazada a la altura de 110 metros sobre el nivel del mar.

Este puente salva un profundo obstáculo natural y enlaza, mediante la Vía Blanca, las provincias de Mayabeque y Matanzas. Fue inaugurado el 26 de septiembre de 1959, y su construcción había comenzado tres años antes.

En la colosal obra trabajó un grupo de talentosos ingenieros cubanos, dirigidos por Luis Sáenz Duplace (quien también intervino en la construcción del famoso edificio FOCSA de La Habana). Fue necesario el uso de atrevidas soluciones debido a las condiciones del terreno, y una de ellas en particular, el sistema de semiarcos Melan, fue adoptado posteriormente en otras edificaciones de Europa y Estados Unidos.

Destaca en uno de sus extremos el “Mirador de Bacunayagua”, restaurante-cafetería, sitio ideal para hacer un descanso en el camino, y desde donde los paseantes pueden observar a su gusto las gigantescas estructuras de hormigón del puente. Más abajo, la belleza del panorama circundante deslumbra: al norte se mantienen las huellas de lo que antaño fuese un caudaloso río (hoy profundo surco cubierto de vegetación y a lo lejos el mar) y al sur se divisa el exuberante Valle del Yumurí, considerado uno de los más bellos de Cuba.

Como atributo adicional, sabrosas Piñas Coladas -coctel cubano por excelencia- refrescan y deleitan a quienes se detienen en este mirador, mientras se escucha la música tradicional y los visitantes, cámara en mano, disfrutan con la imagen de las aves que vuelan incluso por debajo del nivel de la vía.  

A medio camino entre La Habana y Varadero, el Puente de Bacunayagua constituye un espectáculo sin par en la geografía cubana.