7 jun. En la provincia de Guantánamo, al extremo Este de Cuba, la ciudad de Baracoa hace ostentación de una flora exuberante y hermosos paisajes que muestran las nubes cobijando las montañas. La neblina matinal desaparece al avanzar el día, para permitir la visión del abismo infinito hacia abajo y del paraíso hacia arriba. Baracoa es, sin dudas, un regalo de la naturaleza y la historia a la isla caribeña.
Existe en Guantánamo un aeropuerto, y desde 1965 el Viaducto La Farola -una de las siete maravillas de la ingeniería cubana- facilita el acceso a Baracoa.
En la villa, cuyo actividad turística opera la cadena Gaviota, existen 7 hoteles y hostales, entre los que sobresalen el Castillo y el Porto Santo, además de hosterías más pequeñas como La Habanera, El 1511, Río Miel, La Rusa -emblemática de Baracoa- y Villa Maguana muy cercana a la playa.
En la red extrahotelera el restaurant La Punta, la cafetería El Parque, la Finca Duaba y Rancho Toa son productos donde los turistas disfrutan de una comida típica en su entorno natural, que incluye el paisaje del río Toa y otros servicios exclusivos de esta zona.
Por otra parte, Duaba está sólo a 6 kilómetros de la ciudad de Baracoa. La estructura rústica de sus instalaciones guarda una agradable armonía con la naturaleza. La diversidad de su flora no sólo brinda un aroma especial sino que permite degustar las frutas tomadas directamente de sus árboles. Tiene además vecindad con los cauces de uno de los ríos más caudalosos de Cuba: el Duaba, que nace al pie del Yunque y en las proximidades de su desembocadura forma un tibaracón (barras de arena de origen fluvial formadas entre el oleaje del mar y la desembocadura de los ríos) en una playa de igual nombre.
Las aguas del Duaba son cristalinas, magníficas para la natación y la pesca. Desde este sitio se ofrecen expediciones al Monumento Duaba, a la cascada del río o a la cima del Yunque, sitios de exclusiva biodiversidad del Parque Nacional Alejandro de Humbolt, declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
El Yunque es una instalación ubicada en la ladera de la montaña, y está a 10 kilómetros de la ciudad. Dispone de confortables cabañas y se ofrecen además tienda de campaña para acampar cuando se decida, manera individual.
Según Onelkis Ferrer, Delegada del Ministerio de Turismo en Guantánamo, la provincia exhibe hoy una recuperación total y notable mejoría, a un año del paso por esta zona del huracán Matthew.
La dinámica en el polo es alta, el pasado año fue visitado por más de 50 000 turistas, número significativo si se tiene en cuenta las características de esta zona y sus vías de acceso. Los mercados de principal emisión fueron: Alemania, Italia, Francia y España.
Debe también señalarse que Baracoa, como toda la provincia de Guantánamo, se prepara para el próximo evento de Turismo de Naturaleza Turnat 2017, que se realizará del 25 al 30 de septiembre en la zona norte oriental. En su programa están incluidos tres puntos fundamentales: el Parque Alejandro de Humbolt con sus senderos; el Yunque y el Parque Yumurí -que incluye a Maisí, con sus dos nuevas instalaciones: una Villa en Punta de Maisí para turismo nacional e internacional y el Hotel Faro, ubicado en la Asunción con 20 capacidades y 18 cabañas dobles con todos los servicios-.
En resumen, Guantánamo y en especial la Villa de Baracoa, han logrado renacer en un destino turístico que tiene como mayor atractivo su propia cultura originaria, la que hoy muestran con orgullo al mundo.