Mogotes, habanos y turismo ecológico en Viñales

Mogotes, habanos y turismo ecológico en Viñales

20 dic. Uno de los lugares que más impacta hoy a quienes llegan a Cuba en busca de descanso activo, se ubica en la más occidental provincia cubana, pues se trata de un valle muy atractivo, con elevaciones características del lugar, conocidas como mogotes.

Precisamente, un guía local tiene mucho que contar en sus viajes con personas que desean vacaciones activas, de ahí que Douglas Pino, trabajador del Buró de Patrimonio, esté cargado de anécdotas.

Según Pino, el Valle de Viñales se dio a conocer en los años 20 del pasado siglo a través del pintor Domingo Ramos Henríquez. El ya famoso artista buscaba un lugar de interés para plasmar sus paisajes, y en 1938 representó a Cuba en una feria, en Nueva York, con un paisaje que representa al Valle de Viñales en un óleo de grandes dimensiones.

A partir de entonces fue muy visitado este lugar y recibió diversos reconocimientos como Área Protegida (1976), Monumento Nacional (1978), Paisaje Cultural de la Humanidad (1999, Unesco), y Parque Nacional (2000, Consejo de Ministros).

Todos estos reconocimientos, comentó el guía, están encaminados a fortalecer la protección medioambiental del escenario.

En el territorio operan cadenas hoteleras, extrahoteleras y de servicios, con la presencia de entidades como Islazul, Cubanacán y el Campismo Popular. Estas instancias trabajan con 458 habitaciones para el alojamiento, sobre todo en el polo de Viñales y en el municipio cabecera (Pinar del Río), con perspectivas de crecimiento en el futuro inmediato.

 

UN VALLE MUY ESPECIAL

En Viñales se atesora toda la gama de colores que un amante de la naturaleza pudiera esperar de su visita a Cuba. A simple vista, aparecen los mogotes repletos del verdor que inunda los sentidos, matizándose con el árbol nacional, la palma real.

Incrustados en esos parajes se encuentran los terrenos plantados de tabaco, con la peculiaridad de tener un suelo químicamente perfecto para la hoja y un clima muy acorde con los resultados: la confección del puro habano, considerado el mejor del mundo.

El Valle de Viñales comprende 132 kilómetros cuadrados, en el corazón de la Sierra de los Órganos, en las Montañas de Guaniguanico. Es un sitio de gran complejidad geológica con predominio de rocas calizas, pizarras, esquistos y areniscas. Y como complemento ideal, se encuentran las zonas cársicas, sus mogotes.

Allí el visitante dispone de tres establecimientos hoteleros con reconocido prestigio: Los Jazmines, La Ermita y Rancho San Vicente. Además, actualmente proliferan los alojamientos y restaurantes privados, en colaboración con el Mintur, los que otorgan posibilidades adicionales al lugar.

Y como sello distintivo se encuentra el Mural de la Prehistoria, obra del pintor cubano Leovigildo González que recrea las distintas etapas evolutivas de la humanidad, sobre la pared de uno de los mogotes.

El lugar tiene varios senderos, como Del Mirador al Valle, que permite a los viajeros ver de cerca los mogotes, conversar con los campesinos y terminar el recorrido con un almuerzo en la casa de uno de ellos degustando manjares en su estilo más tradicional, en el que predominan frijoles, arroz y carne de cerdo.

Un escenario verdaderamente impresionante, amigable y colorido que muchos viajeros prefieren ver más de una vez.